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la misión espacial BepiColombo es una colaboración entre la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) con el objetivo de estudiar Mercurio, el planeta más cercano a Sol. Lanzada en 2018, la misión a Mercurio tiene como objetivo comprender mejor la formación y evolución de los planetas del sistema solar.
recientemente, BepiColombo enfrentado a dificultades técnicas. Durante una maniobra el 26 de abril, el módulo de propulsión eléctrica, que funciona con energía solar, no pudo proporcionar suficiente energía a los propulsores de la nave espacial, según el ESA. Aproximadamente 11 días después, los ingenieros lograron restaurar el empuje de la sonda a casi su nivel anterior, pero todavía estaba un 10% por debajo del ideal. Estos ajustes son cruciales para garantizar que el BepiColombo Continúa tu viaje y cumple tus objetivos científicos.
¿Qué es la misión BepiColombo a Mercurio?
La misión BepiColombo Es una de las expediciones interplanetarias más ambiciosas y complejas jamás realizadas, cuyo objetivo es explorar Mercurio, el planeta más interior del sistema solar. Con la colaboración de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA), el principal objetivo de la misión espacial se centra en profundizar en el conocimiento sobre el planeta más cercano al sol. BepiColombo fue nombrado en honor de Giuseppe “Bepi” Colombo, un científico italiano que contribuyó significativamente a la comprensión de las órbitas planetarias y las interacciones gravitacionales.
Desde su lanzamiento el 20 de octubre de 2018, el BepiColombo enfrenta un camino desafiante hacia Mercurio, que incluye nueve sobrevuelos planetarios (uno de la Tierra, dos de Venus y seis de Mercurio) antes de entrar en órbita alrededor del planeta en 2025. Estos sobrevuelos son necesarios para frenar la sonda hacia Mercurio y ajustar su trayectoria para permitir inserción orbital precisa, dado el intenso campo gravitacional del Sol que hace que el viaje sea especialmente complejo.
O Orbitador Magnetosférico de Mercurio (MMO), desarrollado por la Comisión JAXAY Orbitador Planetario de Mercurio (MPO), desarrollado por la Comisión ESA, componen la misión en la que el MMO se centra en analizar el campo magnético del planeta y su interacción con el viento solar, mientras que el MPO se centra en estudiar la superficie y composición de Mercurio, así como su estructura interna. Estas sondas se acoplan durante el viaje al planeta, pero se separarán cuando lleguen a Mercurio para realizar diferentes investigaciones.
Hasta entonces, sólo dos naves espaciales, ambas de NASA – había viajado a Mercurio. El primero fue el 10 Mariner, que sobrevoló el planeta tres veces entre 1974 y 1975, proporcionando las primeras imágenes de su superficie y descubriendo su delgada exosfera. La segunda fue la misión. MESSENGER, lanzado en 2004 y orbitando Mercurio de 2011 a 2015, reveló detalles cruciales sobre la geología, la composición y el campo magnético del planeta, ampliando significativamente nuestro conocimiento de este enigmático mundo.
Objetivos
La misión BepiColombo tiene una serie de ambiciosos objetivos científicos que tienen como objetivo desentrañar los misterios de Mercurio. Uno de los principales objetivos es mapear la superficie del planeta en alta resolución para comprender mejor su geología e historia tectónica. La misión también pretende investigar la composición química de la superficie, incluida la búsqueda de elementos volátiles que puedan proporcionar pistas sobre la formación y evolución del planeta. Además, BepiColombo Estudiará la exosfera de Mercurio, una tenue capa de gases que rodea el planeta, para comprender su dinámica e interacción con el viento solar.
Otro objetivo crucial de la misión es analizar el campo magnético de Mercurio, único entre los planetas rocosos distintos de la Tierra, e investigar su origen y estructura. Esto incluye medir la magnetosfera del planeta y cómo se ve influenciada por el viento solar. La misión también buscará comprender la estructura interna de Mercurio, incluidos su núcleo, manto y corteza, utilizando datos de gravedad y topografía. Estos estudios ayudarán a aclarar por qué Mercurio tiene una densidad tan alta en comparación con otros planetas terrestres.
Las agencias espaciales tienen intereses específicos en esta misión. Para la ESA, BepiColombo representa una oportunidad para demostrar sus capacidades tecnológicas y científicas en una misión interplanetaria compleja. La misión también permitirá ESA Contribuir significativamente a la ciencia planetaria y la comprensión de los procesos que dan forma a los planetas cercanos al Sol. Además, el ESA está interesado en desarrollar tecnologías que puedan aplicarse en futuras misiones espaciales, incluidos sistemas de propulsión eléctrica y tecnologías de resistencia a entornos extremos.
Para JAXA, BepiColombo Es una oportunidad para fortalecer tu colaboración internacional y ampliar tu experiencia en misiones interplanetarias. A JAXA está particularmente interesado en estudiar el campo magnético de Mercurio y sus interacciones con el viento solar, áreas en las que tiene una fuerte tradición de investigación. La misión también permitirá JAXA probar y mejorar sus tecnologías de exploración espacial, contribuyendo al desarrollo de futuras misiones a otros planetas y cuerpos celestes.
Juntas, las dos agencias esperan que los datos recopilados por BepiColombo avanzar significativamente nuestro conocimiento sobre Mercurio y, por extensión, la formación y evolución de los planetas rocosos del sistema solar. La colaboración entre el ESA y JAXA Esta misión destaca la importancia de la cooperación internacional en la exploración espacial y el avance de la ciencia planetaria.
Desde su lanzamiento en 2018, la misión BepiColombo ha logrado resultados notables en la exploración de Mercurio. En su primera aproximación en octubre de 2021, la sonda sobrevoló el planeta en busca de asistencia gravitacional y capturó imágenes que brindan nuevas perspectivas sobre Mercurio. En junio de 2022, BepiColombo llevó a cabo su segundo sobrevuelo, alcanzando unos impresionantes 200 km de la superficie del planeta y capturando imágenes de alta resolución que revelan detalles geológicos sin precedentes.
En junio de 2023, durante su tercer sobrevuelo, la sonda logró acercarse a 236 km de la superficie de Mercurio. Durante este pasaje, BepiColombo tomó docenas de fotografías que incluían un cráter recién nombrado, así como importantes formaciones tectónicas y volcánicas. Sin embargo, la sonda no podrá entrar en la órbita de Mercurio hasta 2025, lo que promete descubrimientos aún más fascinantes sobre este enigmático planeta.
Problemas de la nave espacial de la misión
La misión BepiColombo enfrenta desafíos técnicos que podrían afectar sus operaciones científicas planificadas debido a una maniobra realizada en abril de 2023, cuando el módulo de propulsión eléctrica, esencial para ajustar la trayectoria de la nave, no proporcionó suficiente energía a los propulsores de la nave. BepiColombo, funcionando con energía solar. Aunque los ingenieros pudieron restaurar el empuje casi al nivel anterior, todavía está un 10% por debajo de las expectativas.
Esta reducción del empuje plantea preocupaciones sobre la capacidad de la sonda para realizar sobrevuelos previstos entre septiembre de 2024 y enero de 2025. Los expertos están trabajando para ampliar la duración del arco de empuje, garantizando que la nave espacial mantenga el rumbo correcto para sus futuras operaciones científicas. El gran problema es la velocidad que adquiere la nave a medida que se acerca al Sol, lo que hace que la desaceleración en el vacío del espacio sea una tarea compleja. La estrategia de realizar sobrevuelos secuenciales de planetas es fundamental, ya que permite a la sonda quemar energía sin transportar cantidades excesivas de combustible, lo que haría que la nave espacial fuera demasiado pesada para su lanzamiento.
El impacto a largo plazo de estos desafíos en la misión aún es incierto, y el equipo de expertos en vuelos espaciales de ESA y sus socios trabajan en una solución al problema, pero consideran incierto el impacto a largo plazo en la misión.
El revés no fue el único desde el inicio de la misión: el año pasado, la sonda también enfrentó desafíos, requiriendo una importante corrección de rumbo para compensar las interrupciones anteriores de los propulsores. Estos problemas son parte del desafío único de llegar a Mercurio, ya que la nave espacial necesita volar lo suficientemente lento para ser arrastrada por la gravedad del planeta. Esto requiere una cuidadosa coreografía de maniobras alrededor de planetas para frenar la nave espacial.
¿Por qué es tan difícil llegar a Mercurio?
Una combinación de factores dificulta llegar a Mercurio, lo que la convierte en una tarea extremadamente desafiante. En primer lugar, el planeta está situado muy cerca del Sol, lo que lo convierte en un objetivo difícil de alcanzar y explorar. La proximidad al Sol significa que la sonda espacial necesita superar la enorme atracción gravitacional del Sol para llegar al planeta. Además, la elevada velocidad orbital de Mercurio, en torno a 47,87 km/s, hace necesario que la sonda reduzca significativamente su velocidad para ser capturada por la gravedad del planeta.
Otro desafío es la temperatura extrema en Mercurio. Durante el día, la temperatura de la superficie puede alcanzar alrededor de 430°C, debido a su proximidad al Sol, mientras que durante la noche, la temperatura puede bajar a -180°C debido a la falta de una atmósfera significativa para retener el calor. Estas condiciones extremas requieren que las sondas espaciales se diseñen para soportar variaciones extremas de temperatura.
Además, el campo gravitacional de Mercurio es relativamente débil en comparación con el de la Tierra, lo que significa que la sonda necesita una cantidad significativa de combustible para las maniobras de desaceleración y la inserción orbital. Esto aumenta el desafío logístico y técnico de la misión.
Para superar estos desafíos, las misiones espaciales a Mercurio a menudo implican una serie de maniobras de asistencia gravitacional alrededor de otros planetas, como Venus y la Tierra, para frenar la sonda y dirigirla hacia una trayectoria correcta hacia Mercurio. Estas maniobras requieren una planificación cuidadosa y una ejecución precisa para garantizar que la sonda llegue a su destino con éxito.
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Revisado por Glaucón Vital en 20 / 5 / 24.
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